El embalaje industrial puede cumplir con un amplio abanico de funciones una vez que el producto sale de la fábrica: desde sujetar y unir un conjunto de piezas, hasta protegerlas del polvo, la humedad, los golpes y rayaduras, y mucho más. Dependiendo del producto del que se trate y del medio de transporte elegido para la distribución, entre otras cuestiones, se optará por distintos tipos de máquinas y materiales de embalaje.

Hay muchos motivos que llevan a las industrias a adquirir maquinaria propia para el embalaje industrial. Uno de los más frecuentes es que se trata de una manera efectiva de evitar daños en el producto, permitiendo mantener la calidad a lo largo de todo el proceso de distribución: desde el momento en el que el producto sale de la fábrica hasta que llega al cliente final.

Contar con máquinas que permitan realizar el proceso de embalaje dentro de la industria es también una manera de rentabilizar el proceso productivo, al optimizar los procesos y no depender de un tercero para el embalaje.